Argentina padece en los últimos meses una gran enfermedad: el odio a los números y los datos. Frases como "mucho excel y poca calle" o "los fríos números de la economía no reflejan lo que le pasa a la gente" atentan contra un verdadero análisis de cómo se encuentra el país.
Lo peor: esas muletillas no aparecen solo en los ciudadanos de a pie (lo cual no es grave), sino en los propios dirigentes políticos. La oposición aprovecha un evidente deterioro económico en las últimas semanas, para llegar a conclusiones o críticas exageradas o directamente disparatadas.
Esta semana se conoció el informe Estimador Mensual Industrial para el mes de abril, que arroja un buen pantallazo de lo que ocurre en ese sector. La industria creció en abril un 3.4% respecto al mismo mes de 2017. El acumulado del primer cuatrimestre es un aumento del 3.1. Recordemos que 2017 cerró con un alza del 1.8%.
Ahora vendrá una etapa más difícil: entre abril y octubre de 2017 hubo muy buen datos (crecimiento promedio del 5%); por lo tanto, en la comparativa, no será tan fácil crecer fuerte en los próximos meses. Además, deben contabilizarse los efectos del dólar y los aumentos tarifarios.
Pero hay sectores dentro de la industria que "vuelan": Carnes Rojas subió un 20% y Lácteos un 11% en abril. Ambos tienen un crecimiento acumulado del 10% en los últimos doce meses. ¿Crisis?
Otra industria que vuela es la automotriz, que arrastra un alza del 27% en los últimos doce meses. Esto se vincula, fundamentalmente, a la recuperación de Brasil, principal destino de nuestras exportaciones.
Pero no todo es color de rosas: la rama Textil no levanta cabeza. En abril cayó 4.9% y arrastra una caída de 6.5% en el último año. Aquí podría haber datos más alentadores a futuro: el aumento del dólar encarece las importaciones, lo que beneficia a la producción local. Habrá que esperar para ver.
EL SUBIBAJA DEL SALARIO
La cuestión salarial es otro ítem que se discute sin datos. La oposición tiene razón en algo: los sueldos arrancaron muy rezagados en 2018: creciendo 3.9% (en promedio) en los tres primeros meses, mientras que la inflación del mismo periodo fue de 6.7%.
Pero el 2017 no había sido malo para el poder adquisitivo. De acuerdo al informe del INDEC, los trabajadores privados registrados aumentos salariales del 27.3%, el sector público 25%, y los no registrados 31.5%. Todos le ganaron a la inflación.
El Ministerio de Trabajo publicó el último jueves el "Reporte de Trabajo".

El informe arroja que en marzo de 2018 hay 78 mil asalariados registrados privados más que en marzo de 2017. Santiago del Estero, Neuquén, Tierra del Fuego y Córdoba encabezan los lugares más favorecidos por la creación de empleo.
Por ejemplo, la construcción generó 31 mil puestos de trabajo (aumento del 7%) en los últimos doce meses. Es el sector que todavía empuja fuerte a la economía.
Pero, de nuevo, no todo florece: uno de los pocos sectores que perdió trabajadores en marzo fue "comercio y reparaciones" con 3.800 bajas. El más golpeado fue "hoteles y restaurantes" con una caída de 10.000 trabajadores; sin embargo, allí incide un fenómeno estacionario, que es el fin de las vacaciones de verano.

La industria manufacturera crece, como se dijo anteriormente, pero no necesariamente genera más puestos de trabajo ya que hubo 15 mil puestos de trabajo perdidos en el último año.
En la Marcha Federal se habló de una lluvia de despidos. ¿Hay despidos? Por supuesto. Pero la situación del empleo está lejos de ser dramática. En todo caso, existen las mismas dificultades que en los últimos tiempos para generar un proceso de inversión sostenido.
No hay ningún dato que sostenga que actualmente se vive en una crisis terminal o de fin de ciclo. Ni siquiera está claro que la economía vaya a entrar en meses recesivos como ocurrió en todo 2014 y 2016, donde ahí sí todos los datos de industria, salarios, actividad y empleo daban negativos.





