Luego de una serie de allanamientos en quintas ubicadas en la localidad de Berazategui, la policía rescató a 22 menores y 21 mayores que eran obligados a trabajar durante más de 12 horas.
Las víctimas habían sido engañadas y traídas desde Bolivia con promesas de un trabajo digno, bien remunerado y una vivienda para toda la familia. La realidad con la que se encontraron al llegar a al país, fue muy distinta.
Familias enteras vivían en condiciones sumamente precarias, en casillas de madera y chapa; obligadas a trabajar bajo condiciones de servidumbre en las quintas y manipular agrotóxicos sin las medidas de seguridad necesarias.
El caso llegó a la Justicia, luego de que una maestra de la rural viera que una de sus alumnas, tenía quemaduras en sus manos.