El juez Carlos Bruniard procesó por "homicidio culposo" al endoscopista Diego Bialolenkier y a la anestesista Nélida Inés Puente, que estuvieron a cargo del estudio durante el que murió la periodista Débora Pérez Volpin. El magistrado los embargó además por $1.700.000.
En un fallo de más de 80 páginas, Bruniard manifestó que el endoscopista no pudo explicar qué causó que una paciente que "no presentaba patologías preexistentes de causas inflamatorias, infecciosas, vasculares o neoplásticas idóneas para producir o contribuir a su muerte tuviera un desmejoramiento que terminó con su vida".
El juez manifestó que la anestesista "advirtió tardíamente el cuadro que presentaba Pérez Volpin y dicha demora y su posterior desempeño contribuyó al desenlace final". "Considero que la médica, confiada en que se trataba de un estudio de rutina en el cual estadísticamente no se registran complicaciones, desatendió los signos vitales de su paciente recostándose en el equipo que la monitoreaba", agregó el magistrado en los fundamentos.
Y concluyó que "es función de la médica anestesióloga tanto la elección del método más conveniente para evitar dolor durante el procedimiento, como velar continuamente por las condiciones físicas del paciente durante la práctica".




