
El lunes pasado el intendente Julio Garro se fue de recorrida en una combi con su gabinete por las distintas obras hidráulicas de la ciudad. Estuvieron en la de la zona oeste, el casco y Los Hornos. Reproches y pase de factura a más de un secretario que no cumplió con los pedidos del mandatario.
Cerca del mediodía se subieron a una combi todos; sin preaviso y sin saber a qué lugares iban. Desde el secretario de Coordinación Municipal, Oscar Negrelli, el secretario de Economía, Horacio Prada; el de Espacio público y Gestión Ambiental, Marcelo Leguizamón; el de Obras y Servicios Públicos, Luis Barbier; hasta Gustavo Silva a cargo del área de Cultura y Educación; el secretario de Desarrollo Social; el secretario de Convivencia y Control Ciudadano, Roberto Di Grazia; y Nelson Marino, secretario de Gobierno, entre otros.
A medida que el mandatario se bajó en cada uno de los puntos asignados los reproches fueron en crecimiento. Es que las falencias en la gestión no están focalizadas en un solo problema en particular sino en varios que dependen de distintas áreas.
Estuvieron en las diferentes obras hidráulicas de la ciudad, algunas de las cuales debieran tener varias de sus etapas finalizadas para este fin de año. Sin embargo, algunas de ellas no están ni cerca de haber terminado con los plazos establecidos. Las obras de avenida 31 y la 66 fueron uno de los puntos que analizaron.
También visitaron distintos centros de salud e estuvieron en el Polo de Seguridad de la Municipalidad ubicado en 527 y 21. Los baches y las zonas mal iluminadas, una de las principales quejas del vecino que habita el casco urbano, fue otro de los reproches del intendente.
La inseguridad en la ciudad fue otro de los aspectos que el mandatario hizo fuerte hincapié. Se habló de las supuestas "zonas liberadas" que hay en la ciudad y la falta de un patrullaje constante en algunos barrios específicos.
Lejos quedaron esos viajes con su equipo en donde las risas y la buena onda eran moneda corriente. La última vez fue el 13 de septiembre cuando inauguró el bus turístico que sólo mostraba menos del 5% de la ciudad con un recorrido diseñado para el maquillaje y la historia arquitectónica de la ciudad.
Ahora, y con un presupuesto mucho menor del que indican los papeles, los funcionarios deberán remangarse las manos y trabajar en los pedidos que el intendente viene reclamando hace varios meses.