"Los clientes electrodependientes tienen un teléfono especial para llamar cuando hay una interrupción de suministro. Una vez recibido el llamado se activa una alarma en el sistema y el protocolo indica que en caso de no poder reestablecer el servicio –algo que puede ocurrir por existir una falla en media tensión- se le explica la situación al cliente y se analiza la instalación de un generador o, si se trata de una emergencia, se recomienda el traslado a un hospital en ambulancia", menciona el comunicado que emitió la empresa Edesur el lunes por la tarde tras la muerte de Valentino, el chico electrodependiente que murió el 18 de junio a raíz de un corte de luz de más de 12 horas.
En un breve comunicado difundido por las redes sociales, la empresa eléctrica dijo que "la mamá de Valentino (Mariana Medina) no estaba registrada" como electrodependiente y se desligó de lo sucedido. Por su parte, desde la Asociación de padres de Electrodependientes dieron a entender que el procedimiento para conseguir ese beneficio no es "nada fácil", sometido a "constantes trabas" y burocracias.
Lo cierto es que Edesur se tomó más de una semana para poder "aclarar" lo sucedido, solo producto del fuerte repudio de gran parte de la gente, que no dudó en considerar que la empresa era responsable de la muerte del niño. Según lo expresado, tras un llamado previo el personal de atención comercial, la empresa "le indicó telefónicamente" a la madre de Valentino "cómo registrarse como electrodependiente", algo que Edesur afirma que finalmente "nunca sucedió".
