Ya le había pasado a Luis Barrionuevo en la década de los noventa, cuando lo invitaron a un programa de televisión y disparó la famosa frase "tenemos que tratar de no robar por los menos dos años". Las palabras pueden ir mucho más rápido que lo que uno piensa.
Esta vez, fue el turno de la diputada oficialista Elisa Carrió, quien en un intento -fallido- de explicar una declaración suya, terminó protagonizando un insólito blooper en el que pidió "mantener las coimas".
La líder de la Coalición Cívica había disparado el lunes que la clase media tenía que seguir dejando propinas y generando changas, como una muestra de solidaridad en medio de un contexto económico complejo.
En la sesión de Diputados de este miércoles, Carrió quiso explicar el por qué de su ejemplo, pero tuvo un fallido. O mejor dicho, sufrió un "lapsus", según bromeó después. "Es necesario que se mantengan las propinas y las coimas", aseguró. De manera automática, los legisladores opositores comenzaron a abuchearla por su error.
Sin perder el humor, la dirigente quiso salpicar al kirchnerismo y responsabilizó al diputado Agustín Rossi, ya que aclaró que cuando lo vio a él recordó a su hermano -el empresario Alejandro "Fratacho" Rossi- y se quedó pensando en las coimas.
A pesar de que el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, intentó calmar la situación y continuar con el debate, sus intentos fueron en vano. Y Carrió no tardó en enojarse y disparar contra todos. "Ustedes no saben lo que son los pobres", arremetió antes de apagar el micrófono.
Elisa Carrió quedó en el ojo de la tormenta después de su "consejo" para la clase media, en medio de la escalada del dólar y la inflación. En este contexto, la diputada oficialista pidió que no dejarán de dar propinas ni generar changas, ya que de eso depende el sustento económico de las sectores más vulnerables.
