Un equipo de médicos de Tucumán denunció que reciben amenazas a través de WhatsApp, tras haberle realizado un aborto a una nena de 11 años que había sido violada.
La madre de la menor fue quien la acompañó al hospital Nicolás Avellaneda y dio su consentimiento para que le realicen el aborto.
"Este tipo de prestaciones médicas lícitas no requiere ni intervención judicial ni judicialización del caso (que motivó la interrupción del embarazo. Sería un mensaje ambiguo que se pretenda escrutar la actuación profesional (en este hecho)", explicó Soledad Deza, abogada de la médica que realizó la práctica al diario La Gaceta.
Además, repudió la viralización de los datos de la médica y la paciente. "Se ha estado enviando y reenviando (esa información) tanto desde dentro como desde afuera del hospital. Los únicos que tenían acceso a los datos acerca de este procedimiento y de la niña de 11 años eran colegas de la médica", explicó la abogada.
Y agregó: "No se puede tratar de estigmatizar a alguien que está cumpliendo con el trabajo de quienes no aceptan cumplirlo".
Desde la organización Ni Una Menos Tucumán apoyaron a la profesional: "Respaldamos al equipo de salud que garantizó el acceso a una ILE a niña abusada y que un sector de médicos antiderechos intentó bloquear. No solo demuestran su menosprecio por la salud y derechos de las niñas y mujeres sino sus mecanismos de apriete y terror para imponer sus intereses". Además, convocaron un pañuelazo para el próximo jueves frente al centro médico.
