Durante esta mañana se desarrolló el Tedeum en la Catedral de La Plata por el 9 de Julio.
Con la presencia del intendente Julio Garro y la gobernadora María Eugenia Vidal, el flamante arzobispo platense, Víctor Manuel Fernández, realizó una fuerte crítica del proyecto de despenalización del aborto.
"Queremos cuidar la vida de los que no nacieron. Es la forma de defender los derechos humanos de todos. Entonces, hoy niego sus derechos porque el discapacitado, después porque es negro, y luego porque tiene menos de 14 semanas. Siempre habrá una excusa para hacer desaparecer al que molesta", indicó durante la misa de esta mañana.
Y consideró que su posición "no es un dogma interno de la iglesia. Es humanismo. Por eso un agnóstico como Tabaré Vázquez vetó una ley de aborto. La vetó por una convicción profundamente humanista".
"Duele la liviandad con la que se está tratando este tema en el Congreso, duele la escasa creatividad para buscar soluciones alternativas. Esto marca la crisis de la política argentina", completó respecto a este tema.
La misa se llenó de pañuelos celestes, que simbolizan la "lucha por las dos vidas".
En ese marco, el arzobispo también habló de política y economía.
"La política es una altísima vocación porque busca el bien común. Una persona puede ayudar una persona a cruzar un río; el político, en cambio, le construye el puente. Una persona puede ayudar con algo de comida; el político le crea una fuente de trabajo. De esa manera, el político puede expresar el amor", dijo citando al Papa Francisco.
"Si uno no sale de la lógica de la eficiencia y el beneficio, ¿tiene sentido ocuparse de los más pobres y los menos favorecidos? El solo hecho de haber nacido con menos recursos no justifica que vivas con menos dignidad que otros", agregó.
Por otro lado, criticó la lógica del "liberalismo más salvaje" donde el ganador se lleva todo.
Además, pidió que el peronismo y el radicalismo se unan para aportar en la institucionalidad y la justicia social.
En otro pasaje, hizo una crítica a la "teoría del derrame" y afirmó que realidad ese derrame es solo un goteo. "Es un dogma de fe capitalista. Esta suposición del derrame nunca fue válida por más de 20 años. Puede durar un tiempito, pero no prospera. La economía no funciona como las matemáticas y cada vez es más difícil confiar en las recetas mágicas".
