El domingo alrededor de las 19 Osvaldo Mateos quiso guardar su auto más cerca de su casa, en 518 entre 5 bis y 7. No había llegado a subirse al vehículo cuando lo sorprendieron tres ladrones. Uno de ellos estaba armado y lo apuntaba a la cabeza, pero en ese momento apareció su nieto de 12 años en escena. Intentó defenderlo con un palo.
Mauricia y Osvaldo son los abuelos de Agustín. A Osvaldo le quisieron robar el auto y Agustín salió a defenderlo.
Mateos había intentado resistirse al asalto, pero uno de los delincuentes le pegó un culatazo en la cabeza primero y los otros después se sumaron para seguir golpeándolo. Entonces su esposa, que se había quedado en su casa ayudando al nieto con la tarea de la escuela, se acercó a la ventana, corrió la cortina y advirtió la situación.
La mujer salió desesperada y atinó a interponerse entre los ladrones para que dejaran de pegarle a su marido. Casi al mismo tiempo las imágenes muestran un disparo a quemarropa que, de milagro, no la alcanzó. En el momento de máxima tensión salió el chico corriendo con un palo en la mano para golpear a los ladrones.
Uno de los sujetos empezó a correr, pero fue poco más lo que pudo hacer el nene frente a ellos. Otro de los delincuentes lo apuntó también a él y fue entonces cuando el jubilado entregó las llaves del auto.
Los delincuentes escaparon en la Citroën Xsara Picasso y, se cree, volvieron poco después para cometer otro robo en la zona. El auto de Mateos lo dejaron abandonado cerca del cruce de de 7 y 514.