Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Gustavo Valdés -los tres gobernadores del radicalismo-; el diputado Mario Negri, el senador Ángel Rozas y el ex senador Ernesto Sanz llegaron alrededor de las 18 a Casa Rosada para reunirse con Peña y el ministro del Interior. Casi a las 21 ya partían todos hacia Olivos, a la cena convocada por el Presidente.
El encuentro estuvo dominado durante buena parte por un fuerte enojo de los radicales por los dichos de la líder de la Coalición Cívica durante el último fin de semana.
Peña -que habría hablado por teléfono con "Lilita" el fin de semana- explicó en ese sentido que la línea del Gobierno era la misma que el propio funcionario había transmitido por la mañana tras la reunión de gabinete. "Hay que tener cuidado con los chistes", dijo el jefe de Gabinete en declaraciones a los periodistas acreditados en Casa Rosada.
Es que la invitación a la cena en Olivos por parte de Macri llegó como un gesto de distensión de parte del gobierno después de los cortocircuitos del fin de semana. La líder de la CC había dicho primero que a los radicales los manejaba "desde afuera".
En la última parte del encuentro participó el ministro Nicolás Dujovne, el encargado de materializar el ajuste que busca la Casa Rosada, recién llegado de su visita a Wall Street, en Nueva York.
Con Dujovne analizaron el alcance del ajuste y las negociaciones con el PJ no K, que hace poco más de una semana incluyeron una cena entre la mesa política del Gobierno y dirigentes como Miguel Ángel Pichetto y Sergio Massa.
También avanzaron en las discusiones por el traspaso de subsidios de energía y transporte a la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Este miércoles después del mediodía Frigerio y Dujovne volverán a sentarse a la mesa. Pero esta vez con los tres ministros de Economía de Mendoza, Jujuy y Corrientes, y con Martín Mura y Hernán Lacunza, de ciudad y provincia de Buenos Aires, respectivamente.
