
Los agentes de la fuerza de seguridad bonaerense están acusados de realizar allanamientos ilegales y por el supuesto armado de causas por drogas, en al menos dos hechos durante octubre de 2017.
La investigación está cargo de la UFI N°7, cuya titular es la fiscal Virginia Bravo, quien solicitó la detención de al menos cinco funcionarios policiales. Acorde a las pesquisas, se cree que los efectivos allanaron de forma ilegal dos domicilios, uno de ellos en Villa Elisa y el otro en Arturo Seguí, donde plantaron pruebas y amenazaron a quienes estaban en cada uno de los hogares.
Según lo trascendido, bajo la justificación de estar realizando operativos por drogas, los policías exigieron dinero a los habitantes de los domicilios allanados. El primer hecho ocurrió el 21 de octubre de 2017 en Villa Elisa, cuando los efectivos entraron a una vivienda sin orden judicial y detuvieron a dos hombres, a quienes amedrentaron para que implicaran a un tercero en una causa de venta de droga.
Dos días después, los mismos policías entraron a una casa de Arturo Seguí y redujeron a dos hombres más. Otra vez, no tenían ninguna orden judicial para realizar semejante operativo y repitieron el mismo accionar.
Ahora los cinco policías enfrentan cargos abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad agravada, incumplimiento del deber de promover la persecución penal, falsedad ideológica de instrumento público, allanamiento ilegal, hurto agravado por ser cometido por miembros de la Fuerza Policial y tentativa de extorsión. Los efectivos fueron desafectados de la Fuerza por Asuntos Internos.