El profesor de inglés Edwar Vaz fue ejecutado de un disparo en la cabeza el lunes en la puerta de su casa del barrio Beverly Hills en Punta del Este. Por el crimen, la policía detuvo a su exesposa, acusada de haber contratado a dos sicarios para matarlo porque le había iniciado un juicio civil por un millón y medio de dólares.
El timbre sonó en la mansión minutos antes de las 9 de la mañana. Una voz de hombre le dijo al profesor que le llevaba noticias sobre su hija. Cuando Vaz bajó a abrir la puerta, le dispararon a quemarropa. Las imágenes de las cámaras de seguridad fueron la clave para empezar a reconstruir el crimen y la exesposa del profesor, conocida por organizar fiestas swinger, quedó en el centro de las sospechas.
El conductor que manejaba el auto que llevó a los asesinos hasta la mansión fue el primero en caer. En su declaración, el hombre aseguró que había sido contratado por la mujer. "Me pidió que el lunes no le falle. Que venían dos muchachos de Montevideo para darle un susto a su exmarido", dijo.
Las instrucciones que le había dado eran precisas. La dirección en donde lo iban a estar esperando, cómo estarían vestidos para que pudiera reconocerlos y que tenía que llevarlos a la casa de Vaz, esperarlos y después dejarlos en el mismo lugar por el que los había pasado a buscar.
La fiscal del caso ordenó detener esa misma noche a la mujer, integrante de un clan gitano, y pidió para ella 90 días de prisión preventiva. Entonces fue el turno del contraataque de la acusada, que negó todas las acusaciones en su contra y se colocó en el lugar de víctima.
En su versión de los hechos, acusó a la víctima de haberla explotado sexualmente durante años. De acuerdo a su relato, conoció a Vaz tomando clases de inglés cuando tenía 14 años y desde esa edad vivían juntos. También dijo que fue entonces cuando empezó a prostituirla. Después de nueve años de relación sostuvo que ella hizo todo lo posible por separarse de él pero que, aún cuando logró el divorcio hace dos años, él no dejaba de acosarla y de pedirle plata.
La mujer fue imputada de homicidio agravado por el vínculo. Mientras tanto, la Policía sigue buscando a los dos sicarios que ya fueron identificados pero, hasta el momento, permanecen prófugos.
