"Es gente que no trabaja", decían por los pasillos de la Municipalidad distintos funcionarios ofuscados antes el acampe de unas mil personas en la puerta del palacio durante 48 horas.
El martes y miércoles no solo fueron días fríos y lluviosos en el edificio de calle 12 sino que el mismo se convirtió en una especie de destacamento debido a la cantidad de efectivos de todos los colores que se apostaron en el lugar. No hubo conflicto entre las partes, pero la tensión no mermó hasta que la gente levantó el acampe.
"Hay algunos que les conseguís trabajo y van diez días nada más porque quieren cobrar antes, no la entienden", afirmaban otros funcionarios. "Esto no cambia más", agregaban. Uno de los grandes males, por lejos, del peronismo es y fue el "clientelismo político". Mantener a la gente a fuerza de planes sociales y nada más. Generaciones enteras creyendo que el Estado sí o sí debía socorrerlos o de lo contrario el acampe o un corte de calle avistaban como la solución.
Nunca nadie, por conveniencia claro está, les dijo que debían tener independencia económica. Trabajar, formarse, tener un oficio, finalizar el colegio. En pocas palabras: aprender a pensar. Y Cambiemos, la fuerza que era la antítesis a un peronismo "que se la había robado toda", hasta el momento no supo o no quiso – demostrando en eso ser lo mismo – resolver el clientelismo político.
Con enormes diferencias, ya el que el destrato y desprecio para con los que acamparon en plena lluvia y frio por dos días fue espectacular.
En menos de una semana de diferencia, Oscar Negrelli, el jefe de gabinete de Garro pasó de tratarlos en la puerta y decirle que no había un peso a arreglar un incremento y bajarles $400 mil por el trimestre julio - septiembre y otros $600 mil para octubre - diciembre.
De esta forma el Municipio, "en el marco de una serie de medida que ayuda a las cooperativas de trabajo y organizaciones sociales" destinó $7.600.000 para los próximos seis meses a cambio de que las personas sean bancarizadas. El 0,12% del total del presupuesto actual ($6.264.580.460).
Así, los cooperativistas dejarán de percibir los $5.500 y pasarán a estar por encima de los $6.000 en diciembre del corriente.
Probablemente muchas de las personas que acamparon esta semana en el jardín de la Municipalidad perciban más de un subsidio del estado. Probablemente esto venga ocurriendo hace varios años por lo que atraviesa tanto al kirchnerismo como al macrismo.
Y también es muy probable que haya culpas de los dos lados que se quieran tapar: no por algo la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, "habría destinado" el año pasado unos $35 mil millones a planes sociales del movimiento Evita (representado más de la mitad del presupuesto de su área).
Tal vez sea el momento de Cambiar con todas las letras. El cambio tendría que ser profundo, de raíz y con resultados que se verían con los años. Un cambio silencioso que requeriría de un fuerte trabajo de campo en los barrios y villas de una ciudad que cada vez más se parece al conurbano bonaerense. Tal vez esto esté en la agenda de algún funcionario y algún día se convierta en una medida concreta y no en un esbozo de deseo.
Mientras tanto, gracias al peronismo y ahora se suma el macrismo en todos sus niveles, el clientelismo sigue "viento en popa" a pesar de esta atravesando una tremenda "tormenta" económica.
