A capa y espada, Elisa Carrió salió a defender el nuevo rumbo económico y político de Mauricio Macri, después de que el Presidente reestructuró su equipo de gabinete y anunció una serie de medidas que buscan reducir el déficit fiscal y afrontar el impacto de la devaluación. En Desde el llano, la líder de la Coalición Cívica reafirmó que Cambiemos terminará su mandato a término, a pesar del escenario de incertidumbre cambiaria.
"Vamos a vivir los seis meses más difíciles de la Argentina, pero en helicóptero no nos vamos", apuntó, y en esa misma línea pronosticó que el oficialismo saldrá fortalecido de esta crisis y que ganarán las próximas elecciones presidenciales.
La diputada nacional de Cambiemos aseveró que la clase media está "harta" de pagar los platos rotos "de los ricos que hicieron dinero con la corrupción" y que el jefe de Estado está decidido en recuperar esa plata. Por ese motivo, adelantó que seguirán impulsando la Ley de extinción de dominio y, si no logran aprobarla en el Congreso, el mandatario lo hará por decreto. "Nos robaron el país y por eso nos va costar recuperarlo", agregó.
Uno de los puntos que marcó la agenda política de estos últimos días fue la reestructuración del gabinete del Presidente, quien decidió afrontar la última etapa de su Gobierno con menos ministerios y más ajuste para alcanzar el déficit fiscal cero, una meta acordada con el Fondo Monetario Internacional. En una serie de reuniones maratónicas en la Quinta de Olivos, Macri recibió a diferentes funcionarios para definir su renovado equipo. Carrió no fue.
Aunque muchas versiones señalaban que la diputada estaba furiosa con el jefe de Estado, la dirigente lo negó. "Yo no fui a Olivos porque me pongo nerviosa con los hipócritas", aclaró y sostuvo que, además, se aburre en ese tipo de conversaciones tan extensas. Con respecto a su diálogo con el mandatario, argumentó que en ningún momento se enojó con él y que habló por teléfono todos los días.
"No hubo demasiados cambios y me parece bien", disparó Carrió. Pero sí aclaró su malestar con el desplazamiento de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los ex vicejefes de Gabinete, a quien ella considera dos de los hombres más inteligentes de Cambiemos. "¿Y ahora con quién voy a hablar? ¿Con los Granaderos?", ironizó.
No es la primera vez que la diputada sale en defensa de los dos alfiles de Marcos Peña, que fueron reemplazados por Andrés Ibarra, el exministro de Modernización e íntimo amigo de Macri. Apenas se confirmó que ocuparán otros cargos con menor relevancia, la diputada los apoyó por las redes sociales.
En medio de la escalada del dólar, que superó los $40 la semana pasada, y un nuevo escenario económico más tenaz, Carrió manifestó que la alianza de Cambiemos está sólida y que solo le critica que le "tenga miedo al Partido Justicialista". Y que tanto ella, como otras figuras radicales como Mario Negri, sostienen al Presidente "porque se lo merece". Y ejemplificó el presente del país con una metáfora. "Estamos pasando por un túnel en la montaña, en donde solo vemos oscuridad y nos da miedo. Pero cuando salgamos, vamos a ver la luz. Hay que tener paciencia", concluyó.