La expresidenta Cristina Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia, irán a juicio oral en la causa "Los Sauces" acusados de ser parte de una asociación ilícita que para el juez Julián Ercolini se dedicó al lavado de dinero y el cobro de coimas.
La inmobiliaria "Los Sauces" tuvo como principales clientes a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, ambos proveedores de obra pública durante el kirchnerismo. Por este motivo, la justicia investiga el alquiler "simulado" de propiedades.
La acusación es la de asociación ilícita "de carácter estable y permanente", en la que la expresidenta está señalada como máxima responsable y Máximo Kirchner como organizador. La justicia entiende que los alquileres eran, en realidad, sobornos a cambio de contratos de obra pública.
A juicio oral irán también Romina Mercado, hija de Alicia Kirchner; Osvaldo "Bochi" Sanfelice, socio de Máximo; Víctor Manzanares, excontador de Cristina y los hijos de Lázaro Báez, entre otros.
Durante la instrucción, los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques comprobaron la existencia de una maniobra a través de la que una parte del dinero del Estado Nacional destinado a la obra pública regresaba a la expresidenta y su núcleo familiar. Esto se concretó mediante los alquileres de las propiedades y los hoteles de la exfamilia presidencial que se llevaron adelante a través de la empresa Los Sauces.
El objetivo, según el juez Ercolini, era "sustraer y apoderarse de millonarios fondos públicos". La organización habría operado durante más de 10 años, hasta el 14 de diciembre de 2016.
