En la Cámara de Diputados se viene discutiendo desde hace varias semanas la "Ley de Semillas".
El proyecto iba a ser debatido esta semana en la Cámara Baja, pero finalmente fue postergado. Pero mientras su tratamiento no tiene fecha próxima, crecen las voces críticas.
El proyecto contempla el Fortalecimiento del INASE como organismo único de control de tecnología en semillas; orden público para el uso propio restringido y la potestad del INASE como único agente de contralor; y la desgravación por el uso de semillas fiscalizada.
"El proyecto no refleja la opinión del gobierno, ni tampoco de ningún bloque, es un resumen de ideas que surge del mejor saber y entender de numerosos diputados, para estar a la altura de los tiempos, y también es el fruto del aporte de muchos actores de la cadena que están solicitando desde hace tiempo un cambio en la legislación", comentó Atilio Benedetti, presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de diputados.
Por su parte, desde la multisectorial que se opone a la iniciativa indicaron que esta ley "beneficia a los grupos económicos que concentran la producción de semillas a nivel global como Bayer-Monsanto, Dow-Duppon y Chemchina-Syngenta", mientras que también, según manifestaron, genera subsidios por 900 millones de dólares para los grandes productores agrarios.
Por otro lado, señalaron que "legaliza el robo del trabajo de agricultores y pueblos indígenas y campesinos, al apropiarse de los conocimientos tradicionales y ancestrales que se han desarrollado sobre semillas nativas y criollas.
