El presidente francés, Emmanuel Macron, vivió anoche en su arribo a la Argentina una situación extraña. Cuando bajó junto a su esposa del avión oficial que lo trasladó para participar no encontró a ningún funcionario argentino que lo recibiera. Miró para un lado, miró para el otro y ante la falta de señales saludó a dos empleados del aeropuerto que se encontraban al final de la escalera
Algunos minutos después, cuando se disponía a subir al auto oficial, apareció la vicepresidente, Gabriela Michetti, quien se disculpó por la falla. "Hubo un error en el protocolo", argumentó ante el líder europeo que participará de la cumbre del G20 que se realizará viernes y sábado en Buenos Aires.
Michetti explicó el motivo de la demora. "Pasó algo raro ahí. Nosotros estábamos con una persona de protocolo de cancillería y con el embajador de Francia y el vicecanciller. Nosotros teníamos que esperar que nos dijeran 'ahora', estaba todo cronometrado, en teoría. Y cuando nos dijeron 'ahora' vamos y cuando llegamos el presidente ya se estaba metiendo en el auto", contó.
"Me imagino que se deben haber sentido muy raros cuando bajaron y no había nadie", comentó.