Cuando en junio de 2018 murió la elefanta "Pelusa" en el zoo local tras luchar contra una larga enfermedad y haber sido sedada "para que no sufriera" (según había expresado el parte difundido por la Municipalidad de La Plata ene se entonces), el zoológico platense fue cerrado al público.
La situación ocurrió luego de varios vaivenes del gobierno local para trasladarla a un parque en Brasil donde podrían haberle dado los cuidados que requería pero... se les fue el tiempo, y la vida de un animal.
En plena campaña electoral, Julio Garro había prometido reconvertir el predio en un "bioparque" pero hoy, varios años después, los animales son víctimas de un intendente al que poco le importa su cuidado.
Hoy, a siete meses del fallecimiento de la elefanta Pelusa, que tuvo una gran repercusión a nivel nacional, el Zoo platense sigue cerrado al público pero con un detalle: los animales permanecen encerrados y abandonados en sus jaulas o en sus "hábitats" -que poco cuidados están-.
Claramente, este no es un hecho aislado. Cuando este martes, la sensación térmica en La Plata superó los 44°, una vecina decidió acercarse a la República de los Niños para conocer cuál era el estado de los animales que se encontraban en la granja educativa, y fue testigo de una triste situación: las llamas estaban sedientas, sin agua en su hábitat ni en sus bebederos, soportando el calor agobiante y las altísimas temperaturas, al rayo del sol.
Lo cierto es que algunas versiones indican que la razón por la que actualmente el zoológico se encuentra cerrado, es por la falta de mantenimiento del mismo y de los animales que se encuentran encerrados en sus jaulas o hábitats. Además, la información a la que pudo acceder COOL 103.7 deja constancia que la situación de varias de las especies que allí se alojan, serían mucho peor a la que vivieron los de la granja de la República de los Niños con las altisimas temperaturas.
Recordemos que además, a fines de noviembre de 2018 -mismo año en el que murió la elefanta- falleció "Nico", uno de los leones históricos del zoo, que estuvo alojado allí por 22 años.
Sin dudas, la actual gestión del intendente Julio Garro, que en sus redes sociales se hace eco del cuidado, la protección y vacunación de los animales, deja mucho que desear en la práctica. "Del dicho al hecho hay un largo trecho", dice la frase popular.
Lo llamativo es que que desde la muerte de Pelusa y del cierre del zoo, el predio no mostró ningún signo de reconversión ni de obras y tampoco se hizo ningún anuncio desde el gobierno local. Es decir, no se avanzó en lo más mínimo con una promesa que se hizo durante la campaña y que ahora, a meses de un posible fin de su mandato, ni siquiera tuvo un punto de partida. Promesa que, como muchas otras Julio Garro no cumplió, y que en este tiempo podría cobrarse la vida de otro animal.




