Algunas viejas prácticas siguen más presentes que nunca. Pese a los esfuerzos por tratar de erradicar a los barras, los violentos siguen muy de cerca la vida diaria de los clubes. Esta mañana la barra brava de San Lorenzo fue al Nuevo Gasómetro para "hablar" con los jugadores por el mal momento del equipo, que tras la derrota ante Boca, sigue en el último puesto de la tabla de la Superliga. Entraron sin ningún tipo de control y oposición y dialogaron con los futbolistas cara a cara.
La derrota ante Boca le dejó poquísimo margen de maniobra a Jorge Almirón, el entrenador del 'Ciclón', que no ha conseguido ni un solo triunfo al frente de San Lorenzo en los cuatro meses de gestión, de cara al cotejo que el conjunto azulgrana disputará el miércoles próximo contra Junior de Barranquilla por la Copa Libertadores.
Los que irrumpieron en el entrenamiento son parte de la Buteler, la barra brava de San Lorenzo, que fue al estadio para hablar con los jugadores. Blandi, Torrico, Gonzalo Rodríguez y Coloccini, fueron algunos de los futbolistas que estuvieron con ellos.
La crisis por que la pasa el club en materia futbolística no tiene sólo que ver con los magros resultados deportivos, sino también con un mercado de pases que incorporó refuerzos de poca jerarquía.




