Fueron casi 55 puntos y más de 35 de diferencia sobre el segundo. Sin sombras, Juan Schiaretti ganó Córdoba, logró su reelección como gobernador y dio el golpe para estirar el dominio peronista en la provincia a 24 años consecutivos.
Se llevó, en la avalancha, un territorio emblema de la UCR, Córdoba capital, que desde diciembre será gobernada por Martín Llaryora, vencedor de Luis Juez y Rodrigo De Loredo, las dos ofertas de un Cambiemos dividido.
El "schiarettazo", como lo definió el diputado Oscar González, un histórico dirigente del PJ, tendrá un efecto político más allá de los números: el gobernador tendrá más de dos tercios de la Legislatura provincial.
En tanto, el radical Mario Negri aventajaba por casi 7 puntos porcentuales al también radical Ramón Mestre en el segundo lugar. El ganador en la interna había contado con el apoyo de la Casa Rosada, Elisa Carrió y María Eugenia Vidal.
En su discurso, el gobernador reelecto se enfocó en negar que su victoria esconda el fantasma de la hegemonía. "Ni por asomo esa diferencia nos hará creer que nos dieron la suma del poder público porque no es así", advirtió en su discurso luego del triunfo.
Solo Pocho, un departamento al oeste de la provincia, se resistía a la victoria de Hacemos por Córdoba, la marca electoral del PJ cordobés: ahí ganaba Schiaretti pero su lista de legisladores uninominales caía ante la UCR.




