Momentos de mucha tensión se viven dentro del esquema de Cambiemos en La Plata.
El foco central está puesto en el rol del radicalismo, que cuenta con tres secretarías dentro de la gestión local: Rogelio Blesa (Producción), Germán Niedfeld (Salud) y Raúl Cadáa (Desarrollo Social).
Si bien la dirigencia de la UCR agradece estos puestos importantes en el Ejecutivo, las dudas y el malestar crecieron en los últimos meses.
Los enojos no están dirigidos contra el intendente Julio Garro, con quien guardan una buena relación, sino con el Secretario de Coordinación municipal, Oscar Negrelli, que es virtual Jefe de Gabinete de la Comuna.
"Cree que se las sabe todos, pero no resuelve nada", cuentan en forma coral funcionarios radicales de alto y mediano rango. También entienden que han perdido poder dentro de la Mesa Política y que sus secretarías no han sido suficientemente respaldadas, lo que está estrechamente relacionado con la poca capacidad resolutoria de Negrelli.
Negrelli es un dirigente de la Coalición Cívica, pero que en realidad ha tenido varias idas y vueltas partidarias, lo que le ocasionó enfrentamientos con la propia Elisa Carrió.
COSA DE TURCOS
El "turco" Cadáa es uno de los máximos exponentes de este malestar. En su cartera recibe permanentes reclamos por el abastecimiento de los comedores, pero no recibe el apoyo administrativo por parte del área de Negrelli para liberar buena parte de la mercadería. En la misma sintonía se mueve el otro "turco": Raúl Abraham, quien es actualmente concejal.
El escenario, de todas formas, es distinto al que ocurre con los radicales rebeldes a nivel nacional, que buscan despegarse de la figura de Mauricio Macri.
Y es que en el caso de la plana local acompañarán a Julio Garro hasta el final de su gestión, y luego decidirán qué rumbo tomar. De hecho, algunos hombres fuertes de la UCR platense ya empezaron a entablar relaciones con gente de Roberto Lavagna. Al igual que la dirigencia nacional, los radicales locales entienden que el presidente es una mochila de plomo y que quizás sea el momento de abandonar el sello de Cambiemos.
LAS TRES UCR
Podría decirse que en el radicalismo platense conviven tres grandes grupos. Por un lado, están los llamados "radicales díscolos" que han mostrado sus diferencias con la gestión desde el 2016, como Florencia Rollié y Sergio Panella. El segundo grupo está compuesto por estos funcionarios locales que tomaron un rol protagónico en los primeros años de Garro, pero que se sienten abandonados desde la llegada de Negrelli.
Un tercer grupo está compuesto por los radicales más consustanciados con la marca Cambiemos, quienes no han mostrado malestar. Uno de ellos es el concejal Guillermo Ronga, y el otro es Claudio Frangul que buscará un guiño para "jugar" legislativamente en la Provincia o, en su defecto, conseguir un buen puesto de la lista de concejales platense para renovar su banca.
Lo que está claro es que ese segundo grupo agradece a Garro por el espacio, pero no "militarán" la campaña de este año. Lo que ocurra en la Convención Nacional será clave para saber el destino del radicalismo de La Plata.
