Aunque ahora un fabricante español puede presumir de haberse adelantado, Volvo lleva al menos cuatro años coqueteando con la idea de los coches sin llave. Que se abren y se arrancan exclusivamente con el móvil, que se controlan a distancia con un dedo, un proyecto "que a largo plazo hará que sea más simple y cómodo" tener un vehículo.
Solo unos días antes del Black Friday de 2015, la aplicación Volvo In-car Delivery permitió a los usuarios comprar por Internet y recibir los artículos en el auto. La app enviaba una llave digital a las compañías de transporte y estas podían acceder al baúl (una sola vez) y depositar allí los envíos. La propuesta del fabricante sueco ya no es única, ni mucho menos, pero en 2015 indicaba una tendencia de futuro.
En 2019, unas cuantas marcas permiten bastantes maniobras con el teléfono. Solo una, sin embargo, se ha atrevido a dar el último arreón innovador: Hispano Suiza. La compañía ha convertido su modelo Carmen en el primero que se vende sin una llave física que echarse al bolsillo. Sin el smartphone no movemos el auto.
