Faltan tres semanas para las PASO y las encuestas arrojan un escenario de máxima incertidumbre en la recta final. Existen algunos consensos entre los sondeos: Macri viene mejorando su imagen desde abril a partir de la calma del dólar, mientras que Alberto Fernández permanece estable o incluso sumando algunos porotos adicionales.
En otras palabras, Macri crece como un "hilo" de agua, y Alberto lo hace por goteo. No está claro que ese "hilo" de crecimiento se mantenga. Las consultoras indican que Macri recuperó "los votos fáciles", es decir, quienes ya tenían un sentido de pertenencia por Cambiemos pero que se asustaron por el movimiento del dólar.
Para Elypsis, la imagen positiva de Macri en julio se ubicó en un 41% y es su cifra más alta desde septiembre del 2018. También descendió fuerte la negativa. Allí hay un elemento compartido por los estudios de Elypsis, la Universidad de San Andrés y Synopsis: Cristina volvió a tener una imagen negativa más alta que la de Macri.
Elypsis arroja 55% de rechazo para Cristina y 47% para Macri. En el caso de Synopsis, preguntan "¿Cuál de estos candidatos NO quisiera que gane la elección"?. Allí puntea la dupla F-F con 48.6% y Macri-Pichetto llegan al 44.6%. Si se toma solamente el universo de votantes de Lavagna, Espert, Del Caño y los indecisos, esa pregunta tiene una respuesta aún más favorable para Cambiemos: 58% no quiere que gana Alberto y 25% no quiere que gane Macri. Dato importante para un posible balotaje.
DOS PELIGROS PARA MACRI
La polarización le servía a Macri cuando Lavagna era una amenaza y podía arrebatarle el segundo lugar. Ahora, la extrema polarización es una amenaza para el propio Macri. Si el "goteo" de Alberto no se detiene, el Frente de Todos podría quedarse con el triunfo en octubre.
Para ello, Alberto deberá llegar al 40% en agosto. Inclusive le conviene que Macri le pise los talones. De esa forma, tendrá una buena justificación para asustar y pedirle a los votantes de Del Caño que hagan voto útil en octubre. El electorado de Del Caño le aportaría casi 2 puntos a Alberto.
Otro dato que se desprende de las encuestas es que los votantes actuales de Lavagna ya no son más cercanos a Macri que a Cristina. Un 50% de ellos, incluso, se resiste a elegir por algún polo en caso de balotaje; el 30% se inclinaría por Macri, y el otro 20% elegiría a Cristina. Parejo.
El segundo gran peligro es la Provincia de Buenos Aires. Vidal es la dirigente con mejor imagen positiva en todo el país, pero en tierras bonaerenses esa prestación está por debajo de su promedio, sobre todo en el conurbano. La dupla Macri-Pichetto no la ayuda en la boleta, y enfrente tendrá a una competitiva Cristina.
Esta semana, sin embargo, Vidal tuvo una de las mejores noticias en mucho tiempo: el juez federal Adolfo Ziulu rechazó las boletas bonaerenses del Frente Despertar, que llevaban a Guillermo Castello (actualmente legislador de Cambiemos) como candidato a gobernador. La decisión, de todas formas, será apelada.
En otras palabras: los votantes bonaerenses de Espert (un 3.3% según Synopsis) se encontrarían en el cuarto oscuro con el rostro del economista en una boleta corta, sin la categoría de gobernador. Tendrán que complementarla con un candidato a gobernador de otro espacio. Desde el vidalismo confían en que al menos un 70% cortará a favor de ellos. Un desborde de optimismo dudoso.
