En medio de la recesión y de las suspensiones masivas en todo el sector automotriz, Toyota Motor Corporation parecía la excepción pero este martes comenzó un plan de licencias para más de 5.000 operarios para compensar la caída de ventas. La planta bonaerense ubicada en Zárate quedará paralizada hasta el próximo lunes 5 de agosto.
Toyota primero ralentizó la línea de producción para bajar el stock fabricado de 160.000 a 140.000 unidades. Ahora lo volverá a bajar a 130.000. La caída de las ventas de autos cero kilómetro, que en junio pasado rozó el 45%, les sigue pegando de lleno a las terminales automotrices, que luchan a diario con la acumulación de stock de los diferentes modelos.
La empresa General Motors, por ejemplo, decidió paralizar durante dos semanas de julio la planta de producción que opera en la localidad santafesina de General Alvear, por lo que 2.500 operarios fueron suspendidos. Inicialmente estaba previsto que estuviera cerrada sólo entre el 15 de junio y el 15 de julio, pero la compañía de capitales estadounidenses decidió extender el parate por siete días más.
El mes pasado, la autopartista Magna, una empresa de capitales canadienses dedicada a la producción de asientos para Nissan, pactó con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) una reducción de jornada y de remuneraciones para su planta de la provincia de Córdoba, con el objetivo de mantener los actuales 400 puestos de trabajo.
