Alberto Fernández desembarcó hoy en Madrid, donde tiene previsto impartir una clase sobre gestión pública y, sobre todo, aprovechar su estancia para mantener encuentros privados de alto perfil político. El candidato presidencial estará en España hasta el jueves y luego volará a Portugal para continuar con sus contactos políticos europeos y descansar antes de emprender una ajetreada y compleja campaña electoral.
El candidato presidencial aterrizó en la T1 (Terminal 1) del aeropuerto internacional de Barajas, en una cálida y soleada tarde del lunes para adentrarse en un terreno apacible. Fernández se alojará durante su estancia en Madrid en la casa de un amigo personal, el embajador de Uruguay en España, Francisco Bustillo.
En la casa del anfitrión uruguayo, situada en la exclusiva urbanización La Florida, a 13 kilómetros del centro de la ciudad, posiblemente se llevarán a cabo los encuentros privados con dirigentes políticos españoles, entre ellos los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, ambos del Partido Socialista (PSOE).
A pesar de que el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo español, aún no lo confirmó en la agenda oficial, el presidente del gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, recibiría a Fernández este jueves, según fuentes partidarias.
La discreción con la que se maneja el encuentro tiene mucho que ver con los tiempos políticos que se están viviendo tanto en España como en Argentina.
Campanella y Luis Brandoni –quienes han impulsado las últimas movilizaciones a favor del gobierno de Macri a través de las redes sociales– hablarán con la prensa en la residencia del embajador de Argentina en España, Ramón Puerta.
No está previsto que Fernández concurra a la sede de la embajada argentina en Madrid, aunque con Puerta se conocen desde hace años. Así lo confirmaron los voceros del candidato presidencial y la Cancillería argentina.




