El jefe de la Policía Federal de Santa Fe que denunció haber sido víctima de un ataque mafioso cuando se trasladaba a bordo de su auto por la autopista Buenos Aires-Rosario, será removido de la fuerza de seguridad luego de que trascendieran las pericias que contradicen su relato.
El pasado 9 de septiembre trascendió que el auto en el que se dirigía el jefe de la Policía santafesina, acompañado por Roxana González (27) -también miembro de la fuerza de seguridad-, había sido atacado a balazos por delincuentes.
En principio, tanto Valdés como su acompañante describieron que, mientras se encontraban dentro de un auto Ford Focus gris, fueron emboscados y atacados desde otro auto en la banquina del km 258 de la autopista, a la altura de la localidad de Fighiera. Valdés dijo que se había detenido para cambiar la yerba del mate y justo en ese momento fueron baleados por integrantes de una camioneta de doble cabina, aparentemente negra.
Sin embargo, a lo largo de las últimas horas, se confirmó que el comisario mintió en su denuncia. Es que, de acuerdo a las pericias médicas realizadas sobre el cuerpo de Valdés, al menos una de las heridas no se condice con la hipótesis de un ataque a balazos desde un vehículo a otro.
Los representantes del Ministerio Público de la Acusación indicaron que en la zona de la ingle del comisario se halló una aureola de ahumamiento, un factor que suele generarse cuando el disparo se efectúa desde una mínima distancia del cuerpo. Por eso, para validar los testimonios de Valdés y de González, "se debería pensar que el asaltante metió la mano por la ventanilla adentro del auto y disparó allí cuando había dos policías armados".




