Diego Armando Maradona estalló contra el arbitraje de Hernán Mastrángelo en la derrota por 2-1 ante Talleres en Córdoba, donde el local fue beneficiado con un penal muy polémico que desequilibró la historia. "Nació malo, es malo y va a morir malo", afirmó.
"Tengo una gran amargura. Siempre hay suspicacias con los penales y ellos pasan al frente 2-1 con un penal, así no me gusta. Me gusta que dirijan bien para los dos lados", tiró el Diez.
Además, disparó que "todos los roces eran para Talleres" y concluyó en que "así no se puede jugar", pero se mostró esperanzado a pesar de una nueva caída del Lobo. "Acá no nos podemos relajar, todavía queda mucho", cerró.
Ni bien terminó el partido, a su vez, le regaló su gorra azul a Alexander Medina, el entrenador rival y quien se había declarado como un gran fanático suyo en la previa del enfrentamiento.