El Tribunal Oral Criminal N°24 condenó a tres años de prisión efectiva a Santiago Silvoso, empresario y ex corredor de autos de la Fórmula Metropolitana por el brutal choque que protagonizó con su Honda Civic el 5 de abril de 2015 en Costanera Norte, en el que impactó contra el Volkswagen Gol blanco en el que viajaba Macarena Mendizábal, una estudiante de psicología de 21 años. También quedó inhabilitado a conducir por cuatro años.
Tras el veredicto se produjeron incidentes en la sala entre un familiar de Silvoso y Adriana Aruj y José Luis Mendizábal, los padres de Macarena. Hubo insultos, empujones y gritos.
El conductor, de 40 años, terminó hospitalizado el día del accidente con lesiones menores y Macarena, que estaba en el asiento del acompañante de su auto junto con amigos a la salida de un boliche, sufrió una lesión cerebral irreversible. Tras un intento de recuperación en el FLENI de Escobar, Macarena quedó en estado vegetativo y se encuentra internada en su casa familiar con respiración asistida.
El tribunal unipersonal integrado por la jueza María Cecilia Maiza consideró a Silvoso culpable del delito de lesiones culposas. Sin embargo, irá a prisión una vez que la condene quede firme. El ex piloto de carreras había hecho todo lo que tuvo a su alcance para evitar el juicio oral: los padres de Macarena se negaron a una reparación económica, a una probation (del máximo de la pena en suspenso y una inhabilitación de cuatro años para conducir) y a un juicio abreviado solicitado por la defensa.
Durante el juicio, Silvoso leyó una carta en la que negó todas las acusaciones. Dijo que no había vuelto a manejar desde el día del accidente, que esa noche no había tomado alcohol y que cruzó el semáforo en verde. A pesar de sus palabras, un documento con el membrete de la vieja Comisaría Nº51 de la Federal, con fecha del día del accidente, que la querella atribuye a él, informa un test de alcoholemia que marca 1.46 gramos de alcohol por litro, el triple del permitido.
En la audiencia de este martes, durante el uso de su derecho a pronunciar sus últimas palabras antes de la condena, el acusado sostuvo: 'Siempre estuve a derecho. Lamentablemente acá fuimos dos partícipes de este accidente. Lamentablemente la persona que fue autor del hecho no está acá y tendría que estarlo. Fuimos dos las personas que colisionamos. Y la persona que hizo la maniobra equivocada fue otra".
Se refería a Ramiro Sala Giménez, el joven que manejaba el auto de Macarena a la salida del boliche. Sala Giménez, amigo de la víctima que ya había sido sobreseído en la causa y solo se presentó en calidad de testigo, se limitó a responder 'no me acuerdo' a las preguntas precisas que le hizo la jueza y la defensa durante el juicio.