Con la presencia de Rodolfo D'Onofrio, el presidente de Flamengo, los titulares de la AFA (Chiqui Tapia llegó en muletas y con una férula en su pierna derecha), la CBF y la ANFP chilena y Alejandro Domínguez, claro, se está desarrollando la reunión donde se definirá dónde se jugará la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo.
En medio de muchos rumores e hipótesis, con la sede de Chile (definida en agosto del año pasado) ya caída, la opción que se venía manejando con más fuerza era la de Asunción, teniendo en cuenta que ahí el sábado que viene se juega la final de la Sudamericana.
Pero según fuentes oficiales, se están barajando otras alternativas porque ninguno de los clubes querría esa sede (¿por el calor?). Y surgieron tres sedes sobre la mesa: Miami, Medellín y Lima, que había sido designada para la Sudamericana pero que fue bajada por problemas con la Federación. Todo se resolverá en esta cumbre
