Si ya tenés algún tatuaje o si estás pensando en hacerte alguno, tenés que saber qué destino tiene la tinta que te inyectás.
Según un estudio publicado en Nature Research Journal, las partículas de la tinta de los tatuajes viajan por el interior de nuestro organismo. Para llegar a esta conclusión, se usaron tejidos de cadáveres y técnicas de fluorescencia de rayos X. También se requirieron métodos para detectar el transporte de pigmentos orgánicos, metales pesados y dióxido de titanio. Es decir, todo lo que contienen las tintas.
¿Qué se demostró?
Que los tatuajes se forman mediante depósitos de tinta en la dermis, pero lo que halló este estudio es que la tinta no se queda completamente ahí, sino que hay partículas que viajan a los ganglios linfáticos por medio de las células fagocitas.
Lo que hay que saber es que los ganglios linfáticos se encargan de combatir las infecciones del cuerpo y "funcionan como filtros, y atrapan virus, bacterias y otras causas de enfermedades antes de que puedan infectar otras partes del cuerpo".
Entre los descubrimientos del experimento, se encontró que los colores naranja, rojo y verde alojaron partículas en los ganglios linfáticos.
Sin embargo, no se encontraron rastros de color negro, al menos con este método. También se demostró que la tinta blanca genera reacciones cuando se expone al sol, por ejemplo, cicatrización retardada, queloide o comezón en el proceso de sanación.
¿Cómo nos afecta?
Aún no se sabe a ciencia cierta cómo la tinta puede afectar nuestros ganglios linfáticos y si esto nos debilita para combatir enfermedades, pero este tipo de estudios podrían ayudarnos a que los tatuajes sean cada vez más seguros.
