Los restos de las víctimas del avión militar que cayó al mar con 38 personas a bordo llegaron este viernes a una base aérea en Punta Arenas, a 3.000 km de Santiago de Chile. Fueron recibidos con honores por parte de los destacamentos oficiales y, a partir de ahora, empezarán las tareas de reconocimiento.
Un avión similar al accidentado trasladó los primeros restos humanos encontrados por los rescatistas en la zona. Estaban contenidos en cajas especiales y bolsas, y fueron inmediatamente recogidos por una camioneta del Servicio Médico Legal para comenzar las labores de identificación.
La fuerza del impacto hizo prácticamente imposible una identificación a simple vista, por lo que, desde el jueves, el Servicio Médico Legal de Chile realiza toma de muestras de sangre a los familiares para cotejarlas.
En total, 39 familiares de 11 de los desaparecidos volaron este viernes desde Santiago a Punta Arenas para aportar muestras de ADN y reunirse con el general Cristián Pizarro, a cargo de la operación de búsqueda.
Al confirmar el jueves el hallazgo de restos humanos, la Fuerza Aérea de Chile también afirmó que no descartaba ninguna hipótesis sobre las causas del accidente. Investigarán un audio de Whatsapp enviado por un pasajero a su familia, en el que habría dado cuenta de fallas eléctricas de la aeronave.
