Con el 70% de su actividad turística basada en la llegada de argentinos, en Uruguay provocó una gran conmoción la decisión del Gobierno de Alberto Fernández de aplicar un impuesto del 30% a los consumos con tarjeta en el exterior. 'Es un golpe muy fuerte y nos causa una gran preocupación', sintetizó Juan Martínez Escrich, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo de ese país.
A pocos días del comienzo de la temporada de verano, hoteleros, inmobiliarias, restaurantes y demás actividades vinculadas al turismo de Uruguay entraron en estado de alerta por el impacto que la medida puede tener en la demanda de los próximos meses. Ya enfrentaban un panorama complejo por la crisis económica argentina, con una moneda devaluada, por lo que las últimas noticias ahondaron la incertidumbre.
Es por eso que ayer, las cámaras sectoriales mantuvieron una reunión en el Ministerio de Turismo para analizar la situación y estudiar la posibilidad de aplicar nuevas medidas de incentivos. De todas formas, funcionarios uruguayos del área habían anticipado, ante las versiones de la medida, que no había margen para nuevos incentivos.
Ya desde el Gobierno de ese país se había establecido la devolución del 22% de todos los consumos que realizaran los argentinos con tarjetas en concepto de deducción impositiva. A esto se sumó una serie de medidas del sector privado para atraer turistas como una reducción de 15% en el precio de los alquileres y hotelería. En este último caso, ya no se cobraba el IVA a los extranjeros. También se dispuso de un menú 'turístico' de alrededor de u$s9 que consta de plato, postre y bebida. Sin embargo, las nuevas medidas argentinas podrían motivar que en los próximos días se conozcan nuevos incentivos para los turistas.
'Con todas las medidas implementadas estábamos a niveles de precios similares a los que rigen en la costa argentina, pero este impuesto nuevo nos deja, otra vez, descolocados', expresó Martínez Escrich. Hasta la semana pasada, la demanda de argentinos estaba dentro de los niveles normales, aunque el fuerte comienza en los próximos días, por lo que es una incógnita lo que puede suceder. Algunas estimaciones indican que la cantidad de argentinos que viajen al país vecino puede caer hasta 50%. 'Suponemos que hasta que el proyecto se convierta en ley vamos a tener a gente tratando de cerrar precio y pagar antes de que el impuesto sea efectivo', comentaron en una inmobiliaria. Hasta octubre, más de un millón de argentinos había cruzado a Uruguay, el principal flujo turístico de ese país ya que Brasil, en segundo lugar, llegó a 300.000 visitantes.
Punta del Este es el lugar preferido por los argentinos, pero esta temporada se perfila para ser de las peores. 'El verano 2017/18 fue el mejor de la historia en cuanto a la llegada de argentinos. Representaron el 70% de los turistas. La pasada ya había sido mala y el número bajó a alrededor de 45%. Para este año, con las nuevas medidas, estimamos que van a caer a 25%. Es un verdadero desastre para nosotros', señaló Franco Manzino, presidente del Centro de Hoteles de Punta del Este.