El botín secuestrado este viernes en una casa de 68 entre 137 y 138 es impactante: una auténtica montaña de animales masacrados y embalsamados sin razón alguna y con un valor que los investigadores calculan en torno al medio millón de dólares. Tras meses de arduo trabajo, los agentes del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal dieron con el sospechoso y confirmaron que adquiría animales traídos de áfrica y los discaba para luego venderlos.
En el operativo realizado durante la mañana de la jornada, los efectivos secuestraron 103 ejemplares taxidemizados completos, 102 cráneos -denominados comúnmente como "máscaras"-, 23 astas de especies protegidas por la Ley, 105 pieles de origen animal y cueros de origen internacional sin siquiera tener la documentación aduanera correspondiente. Además, los agentes encontraron tres fusiles sin registrar, una pistola y otros elementos de interés para la investigación.
El hallazgo es uno de los más importantes en la materia realizados en la ciudad. El acusado, en tanto, fue puesto a disposición de la Justicia, ante la que deberá responder por infringir la Ley de Protección de la Fauna.