En tiempos en los que cada vez que vamos al supermercado todos los productos aumentan, existen algunos tips que podés seguir para no gatsar de más.
Es decir, existen algunas tácticas para evitar gastar más de lo necesario. ¡Hacé una compra inteligente!
1. Mantenete alejado de los pasillos interiores
Los supermercados están diseñados estratégicamente de manera que los ingredientes esenciales, como los productos lácteos y los agrícolas, están situados en los extremos de la tienda para obligar así a los consumidores a recorrer los pasillos y, en ocasiones, a llevarse productos que no necesitan.
2. No tengas miedo de los cupones de descuento
Los cupones pueden ayudarte a ahorrar cantidades considerables de dinero. Buscalos en las páginas web de los supermercados en los que compres.
3. No te dejes engañar por las marcas
Puede que estés acostumbrado a comprar siempre los mismos cereales, pero las marcas blancas suelen ser más baratas.
4. Mirá arriba y abajo: los productos más caros están colocados a la altura de los ojos
Como tendemos a mirar los productos que se encuentran a la altura de la vista, en los supermercados se cuidan de colocar los más caros en los estantes que vemos primero. Cuando vayas a hacer la compra, buscá productos más baratos en los estantes de arriba o de abajo.
5. No vayas a hacer la compra con hambre.
Muchos vamos al súper después del trabajo, antes de cenar, que es cuando empezamos a tener hambre. Si hacés la compra con el gusanillo, adquirirás más productos de los necesarios.
6. Hacé la lista de la compra
Independientemente de que tengas una memoria de elefante, escribí una lista de la compra. Así no solo te asegurarás de que no se te olvida nada, sino que evitarás comprar cosas innecesarias.
7. Intentá no ir a hacer la compra con los niños
Aunque a veces no queda más remedio, es preferible hacer la compra sin tener a los niños al lado, ya que a menudo piden que les compres productos que no hacen falta y no siempre es fácil decir que no.
8. Rallá el queso en casa
Igual que con las bolsas de ensalada, con el queso rallado también se paga un alto precio por la comodidad. ¡Rallar el queso en casa no cuesta nada!
