Con el correr de las semanas se van conociendo las disputas que había en el seno económico de Cambiemos.
Una de las más conocidas fue reflotada por Lucas Llach, ex Vicepresidente del Banco Central. El economista escribió en su cuenta de Twitter esta semana: "23E 2018. Error. ¿Forzado? Sí. ¿Grave? También".
¿Pero que ocurrió el 23E? El 23 de enero el Banco Central bajó la tasa de interés. Fue un mes después de la famosa conferencia del 28D encabezada por Marcos Peña cuando se cambió la meta de inflación para el 2018.
Llach reconoció presiones del ala de Marcos Peña para acelerar un descenso de la tasa de interés, algo que finalmente terminó ocurriendo el 23 de enero. Muchos economistas entienden que ese fue el principio del fin: el mercado dejó de creer en la independencia del Banco Central en su lucha contra la inflación. Cuatro meses después empezarían las devaluaciones.
No es la primera vez que Llach reconoce duras diferencias dentro de Cambiemos: él fue uno de los pocos economistas que se opuso a la fuerte reducción de las retenciones, con el argumento de que un excesivo impulso a la oferta exportadora podría ser contraproducente ya que generaría un descenso del precio internacional. Quedó solo contra todos.
El otro economista que reveló diferencias fue Sebastián Galiani, amigo y número 2 de Dujovne. En un balance de gestión que publicó esta semana, Galiani cuestionó que Macri no haya encarado un ajuste del Estado más profundo ni bien llegó al poder en diciembre de 2015. "Era una coalición que llegó al gobierno con la idea de que no era necesario hacer ajustes mayores", se lamentó.
En el documento, el economista de Dujovne también sugiere que hubo medidas que lesionaron el objetivo de reducir el déficit fiscal: la reducción de las retenciones a las exportaciones, la reducción del Impuesto a las Ganancias para personas físicas, la Ley PyME, el Programa de Reparación Histórica y el financiamiento de las Cajas Previsionales provinciales.
En otro pasaje, Galiani apunta contra Prat Gay por la reforma de 2016 en Ganancias: "Es mi opinión pública que las reducciones del impuesto a las ganancias personales no debían realizarse. De hecho, para poder bajar los impuestos más distorsivos, lo ideal hubiese sido incrementar la base imponible del impuesto a los ingresos personales (asalariados y monotributistas) como el Ministerio de Hacienda planteó en la elaboración del proyecto de reforma tributaria de 2017".
Estas situaciones se suman a otras más públicas. Por ejemplo, la influencia de Marcos Peña y Durán Barba para aislar a Carlos Melconian y Federico Sturzenegger durante el tramo final de la campaña del 2015. Ambos tenían chances de ocupar el Ministerio de Economía, pero desaparecieron de los medios de comunicación los últimos dos meses. Su lugar sería ocupado por Alfonso Prat Gay, un economista más moderado y menos liberal. Paradojas del destino: el propio Prat Gay renunciaría en diciembre del 2016 por diferencias con el propio Marcos Peña, su ex "impulsor".
