Solo tres días transcurrieron de aquella mágica noche en la Bombonera donde el conjunto de Miguel Angel Russo se quedó con la Superliga luego de ganarle a Gimnasia y quitarle la punta a River en la última fecha. Boca debía afrontar un compromiso importantísimo, también como local, por Copa Libertadores. Después del empate de la semana anterior ante el Caracas en Venezuela, necesitaba de los tres puntos como local para acomodarse en el grupo. Así fue, con algunas dudas durante los primeros treinta minutos, pero con mucho fútbol y goles durante el resto del compromiso, sobre todo, en el segundo tiempo.
En el comienzo, el DIM acechaba el arco de Andrada, le manejó la pelota a un elenco azul y oro que no hacia mas que recuperar y salir rapido de contra con sus velocistas Salvio y Villa. Los colombianos dirigidos por Aldo Bobadilla (ex arquero xeneize) desperdiciaron dos claras situaciones para abrir el marcador que, ante un equipo como Boca, lo podían pagar muy caro. Y así fue, la jugada que precedió a la mas clara de los cafeteros, Julio Buffarini inicio el ataque que terminó en el gol -Golazo- de Salvio, pasando antes por Tevez, Villa y una excelente jugada individual, para posteriormente asistir, de Fabra. Boca a través de dominar el resultado, dominó también en el juego, se soltó y fue una orquesta. Tevez en el final del primer tiempo debió haberse ido expulsado a causa de un codazo a un rival, solo vio la amarilla.
El segundo tiempo solo existió un equipo en cancha y ese fue el local. El DIM nunca pudo sacar adelante el partido después de la desventaja. Nuevamente Boca generó desde su temida banda izquierda, para poner a Villa en velocidad que pisando el área, con un centro razo y un poco de suerte luego de un desvío en Soldano que no llegó a conectar, asistió a Eduardo Salvio que solo debió empujar el balon a la red para darle el 2-0 al equipo de la rivera. Boca fue un show de toques y de intensidad, cuando decidía pisar el área rival, lo hacía con facilidad. Miguel decidió cuidar jugadores que venían con muchos minutos y es por eso que sacó a Tevez para poner a Reynoso, autor del tercero con un exquisito tiro libre al ángulo. Posteriormente el ya habitual nueve por nueve de Abila por Soldano y ya sobre el final, Nicolás Capaldo ingresó en lugar de un Toto Salvio ya extenuado.
La Boca volvió a ser una fiesta, entre cantos de "dale campeón" y dedicatorias a su rival de toda la vida, disfrutó de una de sus semanas más felices en años. Un equipo en alza, recuperando identidad y juego, además de niveles individuales en sus jugadores. Ahora deberá visitar a Godoy Cruz el próximo fin de semana por la Copa Superliga, y viajar a Paraguay la semana entrante para pelear la punta del grupo H ante el Libertad dirigido nada más y nada menos que por Ramon Angel Díaz.
