La situación de Melina Cruz, la joven platense que denunció falsamente a Lucas Grippo por violencia de género, está cada vez más complicada.
El juicio concluyó este martes y la próxima semana se conocerá el veredicto. La joven está acusada por el delito de 'impedimento de contacto' ya que a través de estas falsas acusaciones, Grippo todavía no puede ver a su hija Pilar.
'En los alegatos la fiscal pidió un año de prisión, y yo en calidad de particular damnificado, pedí tres años de prisión con cumplimiento efectivo en función de los agravantes que consideré respecto de los peligros procesales que pueden existir', dijo en diálogo con COOL 103.7 Ricardo Callaba, abogado de Grippo.
Cabe recordar que el joven tuvo que padecer casi dos meses de prisión preventiva. Finalmente, las pericias le dieron la razón al joven y describieron el particular entramado psicológico de Melina, capaz de autolesionarse para inculparlo.
Ahora, la defensa de Callaba pide la prisión preventiva para ella. Entienden que hay riesgos procesales justificados dado que la acusada se había ido de la Provincia de Buenos Aires durante el proceso.
Además, la Justicia analiza la posibilidad de que la nena sufra consecuencias en el caso de que siga conviviendo con su madre.
'El abogado defensor de Melina tuvo un alegato muy básico y sin responder a nada de lo que pasó. Ellos pidieron la absolución', explicó Callaba.
'Las peritos fueron lapidarias. Todas indicaron que ella impidió el contacto de modo voluntario haciendo falsas denuncias, que nunca estuvo predispuesta a la revinculación de la nena con el padre. También ratificaron que él siempre estuvo a disposición, que nunca fue una persona agresiva, y que fue a todas las audiencias de revinculación', agregó el letrado.
Finalmente, cabe destacar que Melina también afronta una segunda causa por falsa denuncia, que fue iniciada de oficio por la fiscal Ana Medina.
