Todavía no se pueden cuantificar los alcances de este shock negativo producto del coronavirus. Quizás el evento más parecido haya sido en 2008-2009.
Allí Argentina atravesó un coctel económico dramático: el primer semestre del 2008 fue la "guerra con el campo", en septiembre tuvo lugar la crisis financiera internacional y en abril de 2009 comenzaron a producirse los primeros casos positivos de la Gripe A, más popularmente conocida como la "gripe porcina".
Entre el 2003 y el 2007 Argentina había experimentado una recuperación económica muy notoria. Pero en el 2008 empezaron las señales de agotamiento. De crecer al 8% anual, la economía pasó a crecer un 4% en el 2008. Y en 2009 habría una profunda recesión: una caída del 6% de la actividad.
Aquella crisis nos tomó mejor parados: no teníamos déficit fiscal y el país venía de varios años positivos. Ese margen fiscal le permitió al gobierno de Cristina Kirchner crear la Asignación Universal por Hijo para mitigar la recesión y el crecimiento del desempleo.
Pero fue un 2009 duro: el consumo cayó un 4%, las exportaciones un 9%, y la inversión privada se desplomó un 22%. En aquel momento, la pandemia de la Gripe A y la crisis financiera fueron eventos independientes. Ahora, el coronavirus y el temblor de Wall Street caminan de la mano y se retroalimentan.
Por dos canales nos golpeará: primero, nuestra propia cuarentena deprimirá fuertemente la actividad económica por la evidente parálisis.
Pero hay un efecto adicional igual de importante: la riqueza del resto del mundo cayó enormemente. Eso afectará crudamente nuestra capacidad para exportarle a nuestros socios y la posibilidad de atraer inversiones y turismo.
Algunos cálculos preliminares ya estiman que la contracción económica de nuestro país puede llegar al 4%. Originalmente, sin coronavirus, iba a rondar el 1.5%.
En el 2009, la recesión fue profunda pero tuvo una rápida salida. En el 2010 la actividad creció un 10%, el mejor registro desde el 2003. Allí se destaca el buen repunte del consumo (10%), pero fundamentalmente de la inversión, que recuperó el terreno perdido del 2009 (creció un 27%).
En todos los rubros hubo una recuperación muy pronunciada: la industria manufacturera cayó 7% en 2009, y subió un 10% en 2010; el comercio cayó 8%, y luego escaló a 13%; mientras que la construcción se hundió un 12%, pero en el 2010 ya crecía al 10%.
Pero esta crisis mundial parece más intensa y extensa. España, Italia y sudamérica, por ejemplo, están todavía con una curva ascendente de casos de contagiados. España, justamente, fue uno de los países más afectados por esa recesión mundial del 2009. De allí surgieron los famosos "indignados" que copaban las calles de Madrid y Barcelona.
La rápidamente recuperación de Estados Unidos, Brasil, Asia y Europa será un factor decisivo para nuestro destino.
