Los hipermercados no cumplen con el protocolo impuesto por el gobierno y los clientes temen por el foco infeccioso. Además, y a pesar de los riesgos de contagio, las empresas continúan incorporando personal para cumplir con la demanda impuesta por los clientes.
En el caso de Nini, la cola colapsa de gente desde la puerta de ingreso al mayorista por avenida 25, y da toda la vuelta hasta la salida del establecimiento por 520. Asimismo, la distancia entre las personas no respeta el metro y medio ordenado por el gobierno, sino que es de 80 centímetros.
A su vez, distintos comerciantes de pequeñas y medianas empresas, que necesitan imperiosamente abastecerse en estos hipermercados, repudian el accionar de ciudadanos que, por el solo hecho de ahorrar dinero, concurren a estos establecimiento en vez de recurrir a un comercio barrial, provocando el aglutinamiento innecesario de mucha gente sin medir los riesgos de contagio.




