
Todo sucedió en San Luis cuando Florencia Morales, una mujer de 39 años, había sido detenida cuando andaba en bicicleta en pleno aislamiento, en las calles de la localidad en la que reside.
Tras ese episodio, fue detenida por agredir a un policía que le labraba un acta y que le había informado que le iban a abrir una causa de acuerdo al artículo 205 del código penal.
Florencia se puso muy nerviosa y rasguño a uno de los policías, por lo que sumaron la acusación de resistencia a la autoridad y llevaron a la comisaría 25 donde quedó detenida, horas después, fue encontrada sin vida, ahorcada con un cordón del buzo que tenía puesto.
Horas después, apareció ahorcada en su celda y según informaron, la muerte de habría producido con 'un cordón (posiblemente de la capucha del buzo que vestía) atado en el otro extremo a la bisagra superior de la puerta enteriza de madera de la celda. Los policías al verla intentan reanimarla mientras buscan ayuda en el nosocomio local'.
El caso quedó a cargo del juez Jorge Pinto, del Juzgado Multifuero de Santa Rosa del Conlara, quien lo caratuló como "averiguación de suicidio".