Desde hace unos años, las cervezas artesanales se instalaron con fuerza dentro de la cultura platense y de la región, pero ahora atraviesan su momento más crítico. La cuarentena obligatoria mantiene a los bares cerrados y a los clientes sin reuniones.
Los productores se mantienen en alerta y tratan de hacer lo posible para sobrevivir a la nueva crisis, por eso algunos pudieron apostar al modo delivery, pero sin encender las cocinas, sino con la venta de los barriles que quedaron en los depósitos.
'El parate es total, cerraron nuestros puntos de venta y se cortó todo a cero. Como pymes estamos pagando lo necesario, se reducen sueldos y tratamos de unificar el grupo, dándonos una mano entre todos. El stock que nos quedó se vende por delivery, señaló Santiago Mc Cormick, desde la cervecería Barfuss.
La venta de cerveza artesanal llegó como una novedad para quedarse definitivamente, y los cerveceros pusieron toda la energía en fortalecer la producción local. Los festivales organizados por el Municipio ayudaron con eso, pero hoy el escenario es muy diferente, ya que se cancelaron todos los planes.
'La nuestra es una actividad muy informal y con estas últimas medidas los monotributistas no pueden sacar los créditos a tasa cero. Hoy tenemos 12 cervecerías con delivery y apostamos la campaña de apoyar la producción local, pero paramos totalmente y se vende lo que quedó en cámara', dijo Gabriel Montenegro, presidente de Cerveceros de Berisso.
Mientras algunos bares caminan sobre la cuerda floja por no poder afrontar los gastos de alquiler, sueldos e impuestos, los productores de cerveza temen por perderlos como clientes y no poder reactivar el mercado cuando la cuarentena llegue a su fin.
'No es solo el problema en los bares, nuestros proveedores están mal también y nos comunicamos con cerveceros de toda Latinoamérica, con quienes organizamos las copas y nos comentan que la situación es desoladora en sus países también', agregó Mc Cormick.
Desde las fábricas apuestan a la ayuda estatal para poder mantener sus trabajos, aunque el futuro es muy incierto. Sobre todo para los pequeños productores regionales.
'Le pedimos al Municipio que nos dé una mano para poder acceder a los créditos. Lo cierto es que hoy los productores están vendiendo lo que tienen para pagar la olla y, cuando esto se levante no van a tener un peso para reactivar las fábricas', cerró Montenegro.
