Lo que en principio iba a ser un viaje de ocio, disfrute y aventura, terminó convirtiéndose en una pesadilla.
Javier tiene 35 años, y emprendió un vuelo soñado con su mujer y 2 hijos a Estados Unidos el pasado 9 de marzo. El destino inicial era Miami, y luego, el recorrido incluiría a Orlando.
Los famosos parques de diversiones en la ciudad de Mickey Mouse, serían los principales centros de atención de la familia platense; pero el destino les jugaría una muy mala pasada.
"Llegamos el 9 de marzo a Miami, y la idea era quedarnos ahí hasta el 15, para posteriormente viajar a Orlando y visitar los emblemáticos parques. Recién se empezaba a hablar del coronavirus acá y no se había convertido en lo que es hoy. Cuatro días antes de la fecha estipulada para viajar a Orlando, avisaron que los parques iban a cerrar a partir del 16, por lo que el 15 fuimos a esa ciudad, pudimos recorrer Universal, y después nos quedamos guardados", le contó inicialmente a LAPLATA1.com, el vecino de Gonnet.
La incertidumbre reinante llevó a Javier y su familia a averiguar por el vuelo de regreso, lo que significó el inicio de la pesadilla impensable. "El vuelo de regreso lo teníamos para el 24 de marzo, y desde Aerolíneas Argentinas nos decían que estaba confirmado. Hasta que llegó ese mismo día y la empresa se borró completamente, y nos derivó a Delta, otra compañía aérea. La misma nos cambió permanentemente los horarios y destinos de combinaciones. Posteriormente nos ofrecieron un vuelo, pero debíamos quedarnos 48 horas en el aeropuerto de Santiago porque las fronteras estaban cerradas. Esa opción la descartamos porque mis hijos son muy chicos", recordó Javier.
El regreso a Miami era la única opción viable, y hasta allí regresó la familia de nuestra ciudad. En ese marco, Javier le comentó a este portal que la odisea recién empezaba. "Alquilamos un departamento y ahí empezó lo peor; llamamos al consulado y el mismo no contestaba. Hasta que encontramos un grupo en Instagram de argentinos varados, y nos pasábamos información permanentemente. Aparecieron vuelos de Aerolíneas por vulnerabilidad, y no fue tan así, porque nosotros, con dos nenes chiquitos volvimos dos meses después, y había jóvenes de casi 30 años, solos, que volvieron antes. Pudimos regresar con un vuelo que pagamos fortuna y que salía el doble del de repatriados, porque si no teníamos que esperar hasta el 31 de mayo para regresar por Aerolíneas. Y la verdad, que con la diferencia económica de vivir acá (Estados Unidos) y los gastos propios, que ya habían sido muchísimos, decidimos volver antes. Llegamos el pasado viernes y estuvimos 2 meses en Estados Unidos. Inimaginable".
Viajar por trabajo, igual de caótico
La historia de Fabián, contador platense de 58 años, no dista de la interminable odisea de Javier y su familia. Su idea principal era irse una semana a Miami para visitar a un cliente por trabajo, y luego, viajar unos días a Jamaica para poder vacacionar.
Fabián tenía programado el vuelo de Miami a Buenos Aires el 23 a la noche, y volviendo de Jamaica hacia la ciudad estadounidense le avisaron desde la aerolínea que el vuelo se postergaba un día. "Me avisaron que se posponía un día, y al siguiente, me dijeron que el destino no era Buenos Aires, sino San Pablo; por si fuera poco, al tercer día me volvieron a modificar el destino por Fortaleza, para luego esfumarse y desaparecer el vuelo de regreso del mapa", le dijo a este sitio el vecino de San Carlos.
"Mediante una aplicación, con la que me ayudó mi hijo desde Argentina, alquilé una casa por 7 días en Miami. Pero la odisea fue tremenda. Entre todos los argentinos fuimos conectándonos por grupo, se sabía lo de los diferentes vuelos; pero también fue tristísimo ver la realidad de mucha gente que no tenía el dinero para solventarse un alquiler y tuvo que permanecer en el aeropuerto. Hasta ahí éramos los que teníamos el vuelo cancelado, pero después se fue sumando más gente; los que fuimos por trabajo, los que estaban de vacaciones, y los que fueron a estudiar y trabajar que venían del interior de Estados Unidos', remarcó Fabián.
'La incertidumbre en mi caso empezó a jugar un papel importante, porque no sabía cuándo iba a volver. Cancillería se comunicó con el grupo de redes sociales que habíamos armado, pidiendo llenar un formulario, pero nunca contestaron. Recién a la semana me dijeron que existía, pero que obviamente no podían hacer nada", detalló.
"Hubo vuelos enviados por mormones que se ofrecían a llevarnos, y Cancillería rechazó la oportunidad. Varios vuelos vacíos que iban a buscar a los norteamericanos a Argentina, y tampoco quisieron llevarnos. Hasta que se fueron acomodando los vuelos, y apareció uno de internacional, que me permitió regresar el 4 de mayo; 45 días después de mi vuelo inicial. Alcancé a salir de Jamaica el último día con el último vuelo, porque la gente que conocí en Jamaica todavía está allá. Tuve mucha suerte, y fue verdaderamente una odisea".
