La pandemia provocó un parate obligatorio en la actividad deportiva, modificó el calendario, y cambió el curso del sistema de competencia, beneficiando a varios clubes de Primera División, entre ellos Gimnasia. Es que el Lobo ya no peleará por no descender, y continuará la próxima temporada en la máxima categoría.
En ese marco, el armado del plantel, y la continuidad de varios futbolistas a los que se les vencen sus contratos en junio, son el gran objetivo de la dirigencia para mantener viva la permanencia de Diego en el primer equipo. El DT manifestó sus deseos de seguir al frente del equipo, y se lo hizo saber a sus allegados y dirigentes; su continuidad no dependerá de lo económico, sino de las ambiciones deportivas que propongan los popes triperos.
En cuanto al armado del plantel, Manuel Guanini ya dejó de ser jugador de Gimnasia; Paolo Goltz, el referente de la última línea, es el caso puntual a seguir, y por estas horas Gimnasia deberá arreglar cuanto antes desde lo económico con el jugador, porque Huracán le viene pisando los talones para quedarse con su ficha.
Goltz cumple su contrato el próximo mes y debe negociar la extensión. Maradona, por su parte, le metió presión a los dirigentes para seguir contando con el defensor. También será clave lo que suceda con Jorge Broun; el arquero se convirtió en una pieza fundamental , y le devolvió al plantel la seguridad que había perdido el arco de Gimnasia. Otro tema a resolver, será la situación contractual del colombiano Harrinson Mancilla, quien manifestó su deseo de continuar vistiendo la camiseta del Lobo, aunque no dependerá de si mismo. Asimismo, el Nápoli de Italia sigue sondenado a José Paradela, pero la idea del club sería retener al jugador por lo menos una temporada más.
Por otra parte, y en materia de refuerzos, Maradona desea contar con los servicios del delantero de Rosario Central, Sebastián Rivas, aunque la prioridad, según fuentes dirigenciales, sería no desarmar el plantel y después, apuntar a la llegada de nuevos nombres.
