Existe una gran preocupación en las personas mayores al momento de tener que ir a hacer sus compras semanales en el supermercado del barrio. Donde deben hacer filas interminables en la vereda a temperaturas que pueden afectar su estado de salud.
En el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus, los accesos a estos hospitales se dan de manera restringida para evitar la conglomeración de personas. Por esto, es común ver las entradas plagadas de gente esperando por su turno para el ingreso, algo que no fue pensado hace unos meses cuando la cuarentena recién comenzada y las temperaturas aún eran agradables, ahora comenzaron a ser un problema.
Para dar nota de la situación, el sábado pasado en La Plata a las 15 hs, la temperatura fue de 9 ° grados y con ráfagas de viento de hasta 33 km / h. La fila de un supermercado en el centro de la ciudad era de más de medios cuadra y en promedio los comentarios ingresados ??cada 8 minutos.
Esta particularidad, preocupó a una señora de unos 60 años con su barbijo esperado su turno, por lo que cuando le tocó su turno para ingresar, se le acercó al personal del supermercado con aviso: "Van a tener que hacer algo para que no pasemos frío esperando, nos va a hacer mal ".
El pedido de esta mujer fue contundente, estar a una temperatura tan baja durante un largo período de tiempo puede generar una queja o en el peor de los casos una neumonía, sobre todo en personas mayores o quienes sufren de alguna afección en particular.
Lo que sería un dolor de cabeza extra para nuestro tan dañado sistema de salud, ya que no solo tendrá que preocuparse por los infectados de un coronavirus que golpea cada vez más duro, sino que también por todas las personas que deban ser atendidas por otras causas y necesiten ocupar una cama extra. Además, ingresar una persona mayor a un hospital con pacientes de coronavirus, aumentaría el riesgo de contagio de las mismas complicando aún más la situación.
Las jornadas de frío recién hace unas semanas que comienzan, la salud de todos los argentinos está en juego y esperanzas un guiño de parte de los supermercados para que puedan encontrar, junto con el gobierno, alguna solución para evitar colapsar el sistema de salud.
