Desde el 19 de marzo pasado, fecha en la que se inició en la Argentina el aislamiento social, preventivo y obligatorio, todos tuvimos que aprender a cambiar de hábitos, de rutinas y hasta de costumbres.
Una de ellas fue y sigue siendo quedarnos en casa. Quizás, para un adulto es más fácil porque entendemos, conocemos y sabemos la razón por la cual tenemos que hacerlo. Pero para los niños, estar encerrados durante tantos días, no poder salir a la calle y no comprender el por qué, debe ser difícil.
Aquellos que son padres habrán podido observar en sus hijos, durante todos estos meses, cambios de humor, berrinches y hasta un cierto estrés provocado por el aislamiento que hace que además de no poder estar estar en contacto con sus pares o sus familiares, los niños tampoco puedan tener contacto con el exterior. Y la vida dentro de casa, las 24 horas, no es la misma que afuera.
Pero, dentro de casa, una de las cosas que podemos hacer por nuestros niños, es darles la posibilidad de tener una mascota. Aquellos que ya la tengan, habrán notado que el vínculo que se establece entre los animales y nuestros hijos durante la cuarentena, es terapéutico, esencial y hasta necesario.
Por esta razón, LAPLATA1.com se puso en contacto con la Licenciada en Psicología Malena Baglivo, egresada de la UNLP, (MP: 55.042) e integrante del equipo EPIIA (equipo psicopedagógico integral para la Infancia y la adolescencia), con el objetivo de conocer qué beneficios tiene para nuestros hijos apoyarse en las mascotas que conviven con nuestra familia.
"Hablando particularmente de los niños, muchos estudios demuestran el beneficio afectivo y psicológico que implica tener una mascota, sobre todo un gato, o un perro. Los niños son seres sociales, y en sus primeros años, aprenden de su entorno y de los estímulos ofrecidos. Cuando se encuentra un perro en casa como mascota, los niños suelen mantener un vínculo de amistad, y experimentan ese amor incondicional, muchas veces, previo al ingreso al jardín; lo cual conlleva beneficios, ya que potencia el desarrollo de las habilidades sociales y la expresión del cariño, y el respeto", asegura la especialista.
Particularmente durante la cuarentena, tiempo en el cual los niños pasan sus días dentro de casa, contar con un animalito dentro del hogar tiene múltiples beneficios. Según lo que le contó la psicóloga a LAPLATA1.com, "los niños se encuentran las 24 horas en sus casas, solo comparten un vínculo con los miembros de su familia, no pueden salir ni revincularse con sus amigos/compañeros de jardín, colegio, y por otro lado, hay que tener en cuenta el impacto de la conectividad y los dispositivos tecnológicos. Todos aquellos factores confluyen a la posibilidad de un retraimiento, o al menos, de una desvinculación parcial de los afectos que van más allá de la familia conviviente. Tener una mascota en este contexto, les proporciona a los niños, un estímulo constante para el vínculo social, para entablar momentos de juego (donde tiende a ser un momento de descarga corporal también para los niños); donde se extra al niño de la tecnología solitaria. Además, está comprobado que este vínculo disminuye el estrés, la ansiedad, y fortalece la empatía".
En este sentido, varios platenses le contaron a este diario cómo sobrellevan sus hijos el encierro con una mascota en casa. Melina le contó a LAPLATA1.com que "tenemos mascotas en casa: una perra rescatada de la calle hace 2 años, un gato que "cayó" del cielo en casa hace un año, y un pez que le regalaron a mi hijo y sí... son terapéuticas. A veces le cuenta sus cosas como a un diario íntimo y juega con ella, gran compañera".
Por su parte, Rocío, vecina de Villa Elvira, explica a este diario: "Tenemos 2 perras. Morita es la que juega más con una de mis nenas de 8 años. La negra es más mi compañía y la de mi marido. Se da cuenta si estamos tristes enseguida y se acerca y nos da la patita". En esta misma línea, otra de las platenses que se comunicó con LAPLATA1.com, también llamada Rocío, nos explicó: "En casa está Canela, nuestra perra, y tres gatos. Mi hija tiene 10 años, y la verdad que nos reímos mucho, ella los cuida, hace monerías y hasta duerme con los gatos y la perra se acuesta al lado de la cama, como está viejita ya no se puede subir más".
En cuanto a lo terapéutico que puede ser para un niño contar con una mascota en nuestra casa, la Licenciada en Psicología Malena Baglivo explica: "El hecho de tener una mascota, enmarcado en un contexto familiar de responsabilidad y cuidado, va a propiciar en el niño más tempranamente dicho desarrollo, por eso es aconsejable. O incluso, en muchas situaciones, se aconseja a la familia poder adoptar una mascota, cuando el niño presenta timidez o cierto retraimiento, y han observado resultados muy positivos con este vínculo. Pero aquello no quiere decir que el niño, en su desarrollo posterior pueda tener esta empatía o conexión de todas formas".
En tanto, otra de las vecinas platenses consultadas por este diario, explicó: "Vivo en un departamento, tengo una hija de 8 años y tenemos una perra, la relación de ellas ha sido de muchísima ayuda, juegan, se pelean, son compañeras, se celan, casi como si tuviera un hermano con quien convivir, se aman y es fantástico tenerla, creo que suma muchísimo en este momento de cuarentena".
Hay casos, además, en los que muchos platenses que tienen hijos eligen no tener mascotas o bien, nunca han tenido. En este sentido, la Psicóloga considera que "en el momento en que se toma la decisión de llevar una mascota a la familia, es necesario que todos los miembros puedan no solo mencionar con la palabra, sino transmitir con los hechos, la manera en que se debe cuidar, alojar, e incluir a nuestra mascota. Como adultos, debemos, sobre todo a los niños más pequeños, poder transmitirles que van a formar parte de nuestra familia, y actuar con amor y cariño, pero también con responsabilidad y educación; para que los niños no solo escuchen, sino interioricen la manera de tratar y relacionarse con sus mascotas. Es importante poder incluir al niño y que forme parte de los cuidados de la mascota, para que también vaya desarrollando este sentido de la responsabilidad, y a su vez, podría pensarse como un momento de encuentro familiar".
