El dueño de un supermercado de calle 32 entre 131 y 132 del barrio La Cumbre denunció que durante un operativo de control que terminó con la clausura de su negocio, los inspectores de Control Ciudadano "seleccionaron" bebidas alcohólicas y se las llevaron como parte del proceder del mencionado operativo. Aseguró que fueron llevadas "ilegalmente". Por esa razón, los agentes fueron apartados y serán denunciados penalmente, indicaron desde el municipio.
Todo empezó cuando los agentes llegaron para realizar un control de rutina en el supermercado y encontraron algunas irregularidades. Entre ellas había algunos productos vencidos, no se respetaba el horario de cierre y no tenían el permiso para vender bebidas alcohólicas.
Sin embargo, en lugar de aplicar el protocolo correspondiente para estos casos, los efectivos empezaron a seleccionar detenidamente los vinos más caros y luego se retiraron del negocio llevándoselos.
Quien era el secretario del área en ese momento, Roberto Di Grazia, se comunicó con el dueño del comercio y le solicitó una copia de la cinta de grabación y del acta de infracción labrada, al mismo tiempo que se reunieron para proceder legalmente en caso de que se determine que los trabajadores actuaron ilegítimamente.
También se dispuso abrir un sumario administrativo para los integrantes del operativo, donde se verificó la veracidad de la denuncia del comerciante. También el acta de infracción y la mercadería incautada. El objetivo fue poder verificar el accionar de los inspectores.
A fines de la semana pasada, la justicia los imputó. Por este motivo el municipio desplazó definitivamente a los trabajadores.
En este sentido, el gremio UPCN exigió la inmediata reincorporación de estos trabajadores bajo el lema "que no te echen por cumplir con tu deber". Más allá de las pruebas en video y la imputación judicial, desde el gremio sostienen que no es cierto lo ocurrido.
