La crisis económica reinante por el efecto pandemia provocó que muchos rubros dejaran de existir, y otros, sobrevivan como puedan al golpazo. En ese sentido, los calesiteros platenses atraviesan una situación particular y difícil de sostener.
La llegada de las vacaciones de invierno, fueron y serán ese momento tan esperado por los chicos, pero sobre todo por los dueños de las estructuras de madera que alegraron la vida de tantas personas.
Hoy, la realidad dista de ser festiva. La alegría no está. Los espacios verdes permanecen vacíos, y las calesitas también. Cristopher Crosato es el dueño de la calesita de Parque Castelli, ubicada en 67 entre 25 y 26, y en diálogo con LAPLATA1.com precisó que "son los 15 días que se esperan todo el año, al igual que el Día del Niño. Particularmente estoy sin fuente de ingreso y rebuscándomela como puedo para generar ingresos. Vendo comida, me ayuda mi abuela, y me molesta no poder sentirme independiente. No tener en funcionamiento la calesita me liquidó".
"Me preocupa mucho el tema de la sortija, ya que es clave para el funcionamiento de la calesita, por lo que veo desde mi experiencia. Y siguiendo con el futuro, habrá una desinfección constante de manos y figuras, regularé el ingreso de forma que se respete una distancia de seguridad y el uso de barbijo obligatorio", precisó, a lo que agregó "extraño jugar con la sortija sustentarme".
