Hoy en día, una de las cosas que más extrañamos en esta cuarentena es abrazar a la gente que queremos. Ya sea a nuestros amigos, a familiares que no podemos ver o a personas que tenemos lejos.
Es sabido que el contacto físico es el sentido más primitivo y esencial que se tiene desde que se nace. Por eso la falta de este trae consecuencias en la salud. De esta forma, es claro que la ausencia de los abrazos, durante la cuarentena, pueden debilitar el sistema inmunológico.
Además, expertos aseguraron que la falta del abrazo y contacto puede ser un trauma fuerte para personas que estén acostumbradas al contacto físico. Así el contacto humano tiene una gran función en la respuesta del cuerpo sobre agentes externos.
Esto se da porque reduce los niveles de cortisol (que elimina las células de defensa, un tipo de glóbulos blancos que ataca los virus. También el tacto mostró mejoras en pacientes con VIH y cáncer.
El abrazo, además de ser una demostración de cariño, es muy importante para mantenernos vitales y sanos. Así, abrazar aumenta la confianza y la seguridad de uno mismo. Esto se debe a que se siente el apoyo y la protección que brinda este acto.
También, reduce el enojo ya que los abrazos sirven como reconciliación. Además logran empatía con alguien al que no se conoce tanto. Es decir, que mejora el estado de ánimo.
Por lo tanto, no nos queda más que esperar a que podamos volver a abrazarnos, a sentirnos y a tocarnos como antes.
