La cantante de "Poker face" y otros hitazos hizo una polémica confesión. En una entrevista radial contó que no puede controlar lo que hace su cerebro y que se encuentra en tratamiento psiquiátrico.
Reconoció, además, que tiene que tomar antipsicóticos para la esquizofrenia y su bipolaridad, entre otras afecciones psiquiátricas.
Por esta razón aseguró que su canción "911" justamente habla de su estado de salud mental y de medicamentos que debe tomar a diario: "Sé que tengo problemas mentales y estoy consciente de que a veces hacen que yo no funcione como humano", dijo ella.
Además contó que tuvo una crisis psicótica que atravesó durante una declaración que hacía en Tribunales: "La mano se estrelló, todo mi cuerpo comenzó a hormiguear y comencé a gritar desesperada".
