
Ayer por la tarde, efectivos de la Comisaría Vecinal 7 C de la Policía de la Ciudad recorrían las calles del barrio porteño de Flores cuando alrededor de las 16 comenzaron a escuchar un llanto. Era un nene de 4 años que estaba dentro de una camioneta estacionada sobre la calle Bogotá al 300.
Al percatarse de que el menor estaba encerrado, los oficiales buscaron a los adultos responsables pero al no encontrarlos decidieron romper uno de los vidrios traseros del vehículo, una camioneta Renault Kangoo. Con la tonfa policial, hicieron palanca hasta quebrar la ventanilla y luego, uno de los agentes metió su cuerpo para rescatar al chico que, todavía asustado, seguía con lágrimas en sus ojos.
Del operativo participaron cuatro agentes, bajo la atenta mirada de varios vecinos curiosos que se acercaron al lugar del hecho. Los padres del chico aparecieron allí más de media hora después.
Tras la consulta con la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 24, a cargo de Rodrigo Pagano Mata, "se dispuso la notificación de la causa a los progenitores y la entrega del menor a los mismos", indicaron fuentes policiales. Así, los tres volvieron a su casa de Parque Avellaneda.
Hoy, el fiscal resolvió imputar al padre del nene, M.H.C., de 38 años, y a la madre, T.L.A., de 37 años, ambos de nacionalidad boliviana, por el delito de abandono de persona.
La pareja declaró y dio una explicación: dijeron que habían ido a comprar telas (se dedican al rubro textil) y que como su hijo tenía sueño, decidieron dejarlo en el auto, señalaron fuentes judiciales.
A su vez, la Justicia dio intervención al Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad, que luego dispuso que el chico de 4 años fuera restituido a sus progenitores mientras se tramita la causa.